martes, 11 de noviembre de 2008

OUTDOOR LIFE (written in summer 2008 in spanish, so sorry :(




Vida OUTDOOR (escrito en verano 2008)

Un grillo parece haberse vuelto loco. Ando enfrascada en un libro, medio echada en una tumbona hecha de mimbre trenzado, con las piernas revueltas entre un pareo. Un parasol deja entrever unos tímidos rayos de sol, de manera graduada, de tal manera que no perturba mi ratito de lectura al atardecer. Levanto la vista, medio sonrío, ¿qué le debe pasar a ese grillo? Su cri-cri-cri me hace pensar que está con ganas de juerga, me lo imagino acicalándose para la noche. Hemos pasado un día muy caluroso, y ahora, al caer la tarde y levantarse la brisa parece que el tiempo se para. El libro que ando leyendo, no me absorbe suficiente y me abandono a las vistas del Mediterráneo. Recojo con la lengua el resto de sal que me ha quedado en la comisura de los labios y me regodeo en el último chapuzón que me he dado en el mar.

Una mano atenta, acaba de encender los farolillos que, desperdigados por el jardín, parece que se hayan encendido como lo hacen las estrellas. Una a una, muy lentamente, tiñendo el cielo de diminutos brillantes. Me alcanza un indiscreto olor a incienso arrastrado por el vaivén de las ráfagas del viento. Rojos, rosas y naranjas. Dios debe de ser pintor. Con el mar a lo lejos, el aire oxigenado por los árboles, el polen que juega al pilla-pilla parecen arrebatarme y ensancharme el alma hasta los confines del horizonte. Y otra sonrisa se me escapa al comprobar que mi sobrinita Tabita, de unos 45 cm de alto, pelo negro y alborotado, lleva dos horas tratando de atrapar una mariposa que parece reírse de ella, o quién sabe… con ella.

La vida “outdoor” es un respiro para los sesos y para la piel, es un reclamo, un “must” para nuestra rutina atrapada entre el asfalto y las prisas que nos persiguen en nuestra vida laboral. En nuestro ámbito privado, nuestra casa, una terracita, un jardincito son todo un lujo que vale mucho la pena mimar. Como un voladizo o un trampolín que nos permiten dar un bote de nuestro ajetreo y dejarnos llevar por el aire hasta tocar con la punta de los dedos el cielo. Una comida familiar; la paella de la abuela con gambas de Palamós, alrededor de una mesa… como dice mi hermana Ana, “la vida es lo que transcurre entre las comidas” con una botella de Vino de Rueda bajo el brazo. Sillas, mesa, tumbonas y parasoles son “los fondos de armario” para estos momentos mágicos, llenos de discusiones y riñas, que acaban en carcajadas. Así de simple. Así de genial.

En nuestra vida social, el espacio exterior se convierte en el parque en el que los humanos jugamos en nuestro mejor terreno, la tierra batida. Las conversaciones desenfadadas en una terraza al acabar el trabajo parecen refrescarnos los pies y las ideas, en el mismo momento que los labios son tocados por la espuma de una fría cerveza. Terrazas a pie de calle: mesas, sillas y parasoles. La cosa se vuelve más sofisticada en los lounges y espacios chill-out, donde apetece más un cocktail algo más elaborado a la luz de velas embriagadoras. Nuestros toboganes y columpios son esas chaisse-longues y asientos informales, que nos invitan a aderezar la conversación con frutas frescas, con racimos morados, como hacían los romanos.

La naturaleza es hermosa y los humanos sabemos disfrutarla llenando los espacios exteriores con elementos para propiciar tanto nuestros ratos de grande soledad como de interrelación.

7 comentarios:

Jordi dijo...

Artista y empresaria del siglo XXI.

Hay demasiada competencia entre texto e imagen, ¡uno no sabe con que quedarse!

Besos y pena por el verano que ya no está

J

Llorikonen dijo...

A ver cuando invitas a tus fans del Blog a leer a tu terraza de Begur... bandida!!!

Bss

oscar dijo...

Una bonita tarde de verano mediterranea....
En la proxima cta conmigo....las cervecitas o el cava ya lo pongo yo

1000bsos

Oscar

Natalya dijo...

Hola, May Jane!
Como estas?

El texto "Outdoor life" de tu blog me gusto muchisimo. En Rusia podemos solamente sonar con "outdoor life" ;) De momento estamos en pleno otono y son solo 5 grados... Tienes razon, el frenetico ritmo de nuestra vida a veces nos hace olvidar de unas cosas tan simples y tan importantes... Que pena, este ano no he tenido las vacaciones! Creo que este texto me va a servir de una fuente de inspiracion para trabajar mejor. :) Gracias por unas minutas magicas que pase
leyendolo.

(Mil disculpas por errores en mi espanol)

Besos
Natalya (Moscu)

Carmina Tres Peces dijo...

Conserva esa terraza y disfrútala siempre que puedas. Yo creo que en ella se pasarían todos mis males.

Oscar dijo...

Comentario?
La verdad?
Hola preciosa, me faltan palabras para decir y explicar lo que he sentido al leer esas palabras, May, eres especial y aunque ya lo sabras, has marcado un poco de ti en mi corazon, que sepas que solo te pido que algun dia me dejes compartir esos momentos de relajacion contigo, un besazo niña linda.

ego dijo...

Hey M,

hasta hoy no he podido mirar el blog. Wow, felicidades, escribes muy bien! Es injusto leerlo en pleno mes de noviembre a 10ºC. Algunas injusticias deberían estar prohibidas,

Enric