miércoles, 3 de diciembre de 2008

¿En qué se parece la BAUHAUS a JAMES BOND?




El pasado mes de febrero presentamos, brindando con espectaculares gintonics (¿se escribe así?) cortesía de Bombay Shappire, en el Palacio de Altamira de Madrid, una Art&Fashion collection a la que llamamos Dress for success porque consiste en que artistas de diferentes disciplinas visten e intervienen, cada cual con un mensaje y técnica propios de su oficio, piezas de de diseño industrial. Esta colección ha generado polémica, incluso mi propio padre a veces dudaba de que a los arquitectos e interioristas profesionales le interesaran este tipo de especulaciones por parte de personas de ramas ajenas a la arquitectura o el diseño industrial.

Por mi parte, he de confesar con absoluta sinceridad, esto es un blog, y puedo desnudar mi alma porque no es ningún comunicado oficial corporativo, que esta iniciativa se me ocurrió por una experiencia personal propia de carácter más bien psicológico y antropológico que no arquitectónico o “marketiniano” como ha podido parecer. Desde mi subjetividad, y en mi vida personal, me entusiasma la interrelación con personas que piensan de manera diferente a mí. Porque el “roce” de ideas o pareceres genera “chispas” y hace que la interrelación sea mucho más curiosa e interesante. Por experiencia reconozco que me aburro cuando todos pensamos igual y vemos las cosas con idéntica perspectiva. Es un auténtico aburrimiento. Muy al contrario, la vida y las cosas, las experiencias adquieren luz y color cuando otras personas lo enriquecen con otros puntos de vista, tanto en fondo como en forma. Por tanto, pensé, si a nivel personal me pasa esto a nivel profesional no será menos… Y por eso empecé a contactar con pintores, diseñadores de moda, estudios de comunicación… Personas que con un lenguaje propio y un know how alejado de nuestro campo de acción habitual podían, por qué no, trabajar sobre la epidermis de productos que ya existen en nuestra colección estándar de Concepta Barcelona, productos realizados por arquitectos, diseñadores industriales o interioristas. La guinda la puso mi padre cuando concretó aún más y sentenció que su intervención debía ser NO un simple tapizado, si no un trabajo con cuerpo y mensaje sobre la piel de la pieza. El resultado no ha sido menos polémico y todavía no vamos ni por “la introducción”. En mi afán por fundamentar esta filosofía, un buen día investigando en la Enciclopedia sobre la palabra “Bauhaus”. Cuán grata fue mi sorpresa al descubrir que sus principios se pueden relacionar a los de mi experiencia subjetiva personal y profesional. Ahora, cuando alguien interpreta nuestra acción como una operación de marketing barata, puedo contestar con enciclopedia en mano y L. Mies Van der Rohe volando.

Aunque no me gusta que todos pensemos igual, hay verdades históricas universalmente aceptadas y reconocidas como que el Bauhaus fue el embrión del diseño y la arquitectura contemporáneos (si me equivoco por favor corregirme que puede ser, eh? ) Quiero revisar aquí frases de la enciclopedia:

“El B. fue una escuela de diseño industrial, arquitectura y artesanía fundada por Walter Gropius en Weimar, Alemania, en 1919, como resultado de la fusión de la escuela de Bellas Artes y la Kunstgewerbe o escuela de artesanía. (…) En 1928, Gropius deja la dirección de la escuela. Le suceden Hannes Mayer y, luego, Mies Van der Rohe. Los nazis cerraron el B. en 1933 (vaya cortada de rollo, eh? Esto lo digo yo y no la enciclopedia, ejem, sigamos…) La innovación pedagógica básica del B. radicó en incorporar los métodos artesanales al aprendizaje de las Bellas Artes. Se siguió el principio de “aprender haciendo” en lugar de aprender leyendo o escuchando.
(…)
Los mejores artistas y arquitectos de la época se interesaron por el B. y fueron profesores de la escuela, donde desarrollaron toda una serie de experiencias fundamentales para la historia del Arte Moderno como fueron: el arte abstracto, la teoría óptica del color, la renovación del teatro, del Ballet y de casi todas las artes.”


Después de revisar la filosofía y principios del Bauhaus contigo, ¿crees que podemos decir que esta nueva vía de investigación que estamos adoptando puede considerarse que tiene un fondo parecido…? Desde mi punto de vista creo que sí, anyway, lo que se puede decir sin lugar a dudas es que estamos arriesgando, estamos especulando, estamos creando sinergias con artistas de otras disciplinas, estamos creando polémica, estamos interaccionando, interrelacionándonos con un auténtico y desinhibido open mind…y eso, tanto a nivel personal, antropológico como profesional, provoca innovación, aportación, aire fresco. Para acabar voy a acabar citando a un personaje histórico del séptimo arte, James Bond, personaje que hace unos años odiaba por gilipollas, hasta que…llegó un buen día, hace no más de dos veranos, escuchando a un amigo hablar con profundísima veneración sobre el personaje de James Bond, en las carpas de Calella de Palafrugell, comprendí que… o empezaba a comprender a James Bond, o nunca entendería a los hombres porque todos, absolutamente todos, aunque no compartáis sus principios ni sus valores morales, adoráis este personaje ¡no lo podéis remediar! Así pues, empecé a ver otra vez desde un punto de vista quasi científico todas las películas del Agente 007 pero con afán de aprender y comprender el género masculino que tanto me gusta, y no entiendo porqué. No os voy a contar todas las cosas que he ido aprendiendo porque daría para otra entrada pero os dejo con una frase suya que la verdad, me aplico bastante en mi día a día…¿preparados? Bueno, pues como dice Bond…James Bond: “En el riesgo está el placer”. (¿Lo has pillado o no? La relación digo…)